A lo largo de mi vida y sobre todo de mi carrera profesional me he dado cuenta de que uno de los aspectos que más estrés me ha generado ha sido como he manejado el tiempo. Por eso, en el programa de mindfulness para empresas que desarrollé, tenemos una sesión para tratar la gestión del tiempo. Hoy quiero compartir contigo algunos de los temas que tratamos en esa sesión.
Para empezar me gustaría revisar muy brevemente 3 características muy importantes del tiempo para tener presentes:
- Es un recurso escaso, absolutamente inelástico e imposible de reemplazar. Se puede obtener más dinero, pero nunca más tiempo.
- Es el único recurso perfectamente socializado: todos tenemos la misma cantidad. La diferencia es su empleo y las elecciones para ser más efectivo y más feliz.
- No se puede almacenar ni recuperar, debe invertirse de modo constante, momento a momento.
Teniendo esto presente, hay 5 cosas que puedes hacer y sobre las que personalmente tomo acción cuando veo que “no llego” o que “me falta tiempo”.
- ¡Organízate!.
Lista las tareas o cosas que tienes pendientes, sólo eso, crea tu propia lista. A medida que vas haciendo esa lista irás viendo que unas cosas son más importantes que otras. Ordénalas por prioridad, puedes usar colores, o ponerles puntuación de 1 a 3, siendo 1 muy importante, 2 relativamente importante, 3 menos importante.
A mi, personalmente, me gusta sentarme por la mañana para revisar las cosas que tengo para el día, eso me implica levantarme un poco más temprano, pero me doy cuenta de que hace que el día vaya más rodado. Encuentra tu momento para hacerlo y hazlo.
- Primero lo más importante.
Cuando tienes tus prioridades claras, y ya sabes qué es lo más importante para ti, toca actuar en consecuencia. ¿Eso que significa?, que priorizamos lo importante.
Victor Kuppers tiene una frase muy sencilla y a la vez muy significativa “Lo importante en esta vida es que lo importante sea siempre lo más importante”. Cuando cuidas primero lo primero el resto de cosas irán encajando poco a poco en el día, y si no, puede que signifique que no eran lo suficientemente importantes para ti.
De esta forma logramos empoderarnos y asumir responsabilidad sobre nuestra vida, estar en línea con aquello que nos importa y eso nos da una fuerza tremenda. Lo que genera estrés y frustración, es cuando por el contrario, los días pasan y sientes que has hecho aquello que era urgente e importante para otros sin darte cuenta de que no era importante para ti.
- Reflexiona y agradece.
Date la enhorabuena cuando alcances pequeños logros a lo largo del día. Antes de dormir, reflexiona sobre tu día y agradece cuando veas que has sido capaz de tratar aquello que era importante. Incluso si no ha sido así, trátate con amabilidad siempre.
Recuerda, todo está bien como es, observa lo sucedido y aprende de ello.
- Practica mindfulness o medita.
El beneficio de meditar es doble, tanto preventivo para evitar crisis o estrés agudo, como para gestionar el estrés cuando está presente.
Con mindfulness eres más consciente de qué está sucediendo contigo y con los demás, estás más atento, sabes como escuchar mejor tu cuerpo (el gran sabio) y por tanto tienes esos avisos a los que prestar atención para permitir que tu día vaya bien. Eso te permite entre otras cosas, sacar la mejor versión de ti mismo en tu día a día y momento a momento.
Y dirás ¿cómo voy a sentarme a meditar si lo que no tengo es tiempo?. Como dice un antiguo proverbio Zen, “Debes sentarte para meditar durante 20 minutos al día, a menos que estés demasiado ocupado, en ese caso, siéntate por una hora”.
“Debes sentarte para meditar durante 20 minutos al día, a menos que estés demasiado ocupado, en ese caso siéntate por una hora”. – Antiguo proverbio Zen.
- Insiste, no te des por vencido.
Crear un hábito y perfeccionar un proceso o técnica requiere de tiempo y paciencia. Así que insiste, verás que obtienes resultados. Inténtalo siempre una vez más. Como dice Edison «Nuestra mayor debilidad está en darnos por vencidos. La forma más segura de tener éxito es siempre intentarlo una vez más.»
“Nuestra mayor debilidad está en darnos por vencidos. La forma más segura de tener éxito es siempre intentarlo una vez más.” – Thomas A. Edison
Si os apetece, contadme vuestros progresos. Decidme como os va, o si lleváis estas ideas a la práctica y como os ayudan en vuestro día a día.
¡Seguimos en contacto para vivir momento a momento, aquí y ahora con Plenicidad!